sábado, 13 de febrero de 2010

CAMBIO CLIMÁTICO: El día después de mañana pudo haber sido ayer


Washington - Febrero 2010


Por Matthew Berger

WASHINGTON, 13 feb (IPS) - La película "El día después de mañana" (The Day After Tomorrow), que mostraba al norte de Estados Unidos sepultado bajo metros de nieve tras un abrupto cambio del clima mundial, consolidó en la conciencia pública la asociación entre el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos.

Aunque el metro aproximado de nieve que cubrió a Washington D.C. y a toda la costa atlántica central de Estados Unidos en la última semana no se parece a las olas gigantescas y las paredes de hielo que acechaban a Jake Gyllenhaal y Dennis Quaid en ese filme de ciencia ficción, ha sido de todos modos un fenómeno excepcional que paralizó a la capital.

Uno de los efectos duraderos de lo ocurrido esta semana es el debate que ha provocado acerca del impacto del cambio climático y cómo el gobierno debería enfrentarlo.

Las escenas que se vieron en las calles de Washington esta semana parecían posteriores al Apocalipsis. Silenciosas, monocromáticas y vacías, representaban para algunos un mundo en que no se toma ninguna medida para frenar el cambio climático.

Otros, en cambio, vieron en este fenómeno invernal una posibilidad de negar el recalentamiento del planeta.

El senador republicano James Inhofe, por ejemplo, declaró el miércoles al diario The New York Times que el tiempo reinante aumenta la duda sobre si el cambio climático es un fenómeno "inequívoco" o una suposición de los seres humanos.

Asimismo, comentadores de la cadena de noticias Fox News destacaron lo que consideraron la "inconveniente" conexión entre la gran nevada y la teoría del recalentamiento del planeta, según la cual la quema de combustible fósiles provoca un efecto invernadero que aumenta la temperatura de la Tierra y trastorna su clima.

Por otro lado, destacados científicos y activistas consideran que el tiempo extremo de la última semana contribuye a desacreditar a quienes niegan el cambio climático.

"Esta nevada récord no es de ninguna forma una prueba contra el cambio climático, y de hecho es muy coherente con él", aseguró Joseph Romm, funcionario del Departamento de Energía bajo la presidencia de Bill Clinton (1993-2001) y actual director del blog del "Progreso del Clima" del Centre for American Progress (Centro para el Progreso Estadounidense).

"No digo que el calentamiento del planeta sea la única causa (de las tormentas de nieve), …pero estamos en una tendencia de calentamiento", sostuvo.

"Es absurdo afirmar en medio de una tendencia general al calentamiento que una tormenta de nieve es prueba de una tendencia al enfriamiento. Pero los anticientíficos intentan impulsar esa idea", dijo Romm.

De hecho, el aumento de la precipitación de nieve está completamente de acuerdo con las proyecciones climáticas, dijo Jeff Master, un meteorólogo que trabaja para WeatherUnderground.com.

Aunque las actuales tormentas se deben probablemente a la "variabilidad natural", no dejan de ser históricamente extraordinarias y es razonable esperar que el recalentamiento del planeta provoque más de estas tormentas en el futuro.

Romm estuvo de acuerdo. "Si calentamos el planeta y ponemos más humedad en la atmósfera, tendremos precipitaciones más intensas de las que se han observado en Estados Unidos y en el mundo", dijo.

En Washington, la precipitación intensa ha paralizado al gobierno federal desde el 5 de este mes. Todas las votaciones de la Cámara de Representantes se suspendieron por una semana, y el Senado sólo reanudó sus actividades el jueves.

Además, innumerables programas se han cancelado, desde discusiones de grupos de expertos hasta recitales.

Las escuelas de la zona de Washington tuvieron "días de nieve" que duraron al menos hasta el jueves inclusive, mientras que los funcionarios no esenciales del gobierno federal fueron autorizados a faltar al trabajo hasta este viernes.

Esta paralización del gobierno federal costó al gobierno unos 100 millones de dólares por día en productividad perdida, informó la Oficina de Gestión de Personal.

Al menos 20 muertes de la región centroatlántica fueron atribuidas a la tormenta, al igual que la falta de electricidad en unos 4.000 hogares el jueves de noche.

Numerosos vehículos quedaron atascados en bancos de nieve, el correo no se entregó, la basura no se recogió, las estanterías de las tiendas de comestibles se vaciaron y las filas para comprar alimentos evocaron numerosas referencias a la era soviética en diarios locales.

Entre los casi 80 centímetros de nieve caídos el sábado y los 25 adicionales del miércoles, este invierno se transformó en el peor de la capital de Estados Unidos desde que se tiene registro de las precipitaciones.

En lo que va de esta estación, cayeron en forma acumulada 141 centímetros de nieve, y se espera que esa cifra aumente con la nueva nevada pronosticada… para este lunes. (FIN/2010)


Roma - Febrero 2010

CAMBIO CLIMÁTICO-EUROPA: Uno

de los peores inviernos en 50 años


Por Julio Godoy

BERLÍN, feb (IPS) - Es quizá una ironía que uno de los inviernos europeos más fríos de los últimos 50 años haya coincidido con la última cumbre de cambio climático de las Naciones Unidas, realizada en diciembre en Copenhague, para tratar de revertir el recalentamiento global.

La 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 15) no pudo lograr un acuerdo vinculante para reducir las emisiones contaminantes, que causan el recalentamiento global.

En el norte de Europa nieva sin parar desde el 13 de diciembre. En algunos lugares de Alemania, la temperatura nocturna promedio fue de 20 grados bajo cero. El invierno ártico, el más frío desde 1957, congeló ríos y canales y perturbó el transporte hacia islas del mar Báltico.

El invierno se cobró varias víctimas. Al menos 212 personas perdieron la vida en Polonia desde noviembre. En Alemania, 14 personas murieron en enero.

Los hospitales de este país atienden miles de accidentes causados por las condiciones climáticas, desde choques hasta gente que resbala en las aceras congeladas y se fractura algún hueso.

También se registraron condiciones climáticas extremas en Europa oriental, en Asia Central y en América del Norte.

Pero el actual invierno ártico, el segundo en este decenio, es una excepción a la tendencia general del recalentamiento global, según meteorólogos y especialistas en clima.

"Este invierno no contradice para nada la tendencia del cambio climático", dijo a IPS Frank Boettcher, director del Instituto Alemán para el Clima y las Comunicaciones Climáticas.

Las actuales temperaturas registradas en Groenlandia son un indicador de la persistencia del fenómeno, según Boettcher.

"En este momento, en Groenlandia se registran temperaturas de 15 grados por encima del promedio estacional histórico", señaló. "Es un buen indicador de que no podemos descartar que ocurre un recalentamiento global", añadió.

Las temperaturas en Europa central y del norte son relativamente bajas, indicó Boettcher. "Por eso mucha gente considera que este invierno es particularmente frío. Pero, en general, las temperaturas promedio aumentan desde hace muchos años", agregó.

La actual temperatura promedio es al menos un grado más que hace 100 años, según estadísticas oficiales alemanas. Resulta más ilustrativa la comparación de la llamada suma de horas-frío, el total de todas las temperaturas bajo cero registradas diariamente entre el 1 de noviembre y el 31 de marzo".

En el invierno boreal de 2009, la suma de horas-frío ascendió a 131 puntos. En 1946, cuando se registró el invierno más crudo del siglo pasado, la cifra superó los 500 puntos.

Este año, la suma horas-frío alcanzó, por ahora, los 225 puntos, según la estación meteorológica de Zwickau, 200 kilómetros al sur de Berlín.

Por su parte, el portavoz del servicio de meteorológico alemán, Uwe Kirsche, señaló que aun si las condiciones climáticas actuales son de mucho frío, "es importante la observación a largo plazo".

"Este invierno parece especialmente frío y particularmente largo, pero no se contradice con los registros históricos que prueban el fenómeno de recalentamiento global", explicó.

Kirsche mencionó un informe de la agencia espacial de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés), publicado el 21 de enero, que confirma que la última década fue la más cálida observada en el Hemisferio Sur.

El análisis de las temperaturas de la superficie del planeta, que figura en el informe, concluye que 2009 fue el segundo año más cálido desde 1880. Pero en el "Hemisferio Sur fue el más cálido que se haya registrado", añade.

El documento también explica que 2008 fue el año más frío del decenio debido al fenómeno oceánico-atmosférico de El Niño, como se llama al calentamiento de las aguas superficiales del océano Pacífico ecuatorial, y La Niña, el enfriamiento atípico de las mismas.

En Estados Unidos, un episodio de La Niña dura al menos cinco meses.

"En 2009 se registraron temperaturas globales altas y prácticamente históricas a medida que el fenómeno de La Niña culminaba", según un nuevo análisis del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS, por sus siglas en inglés), con sede en Nueva York, que figura en su estudio de la NASA, agencia de la que depende.

El informe también confirma la tendencia observada en otras partes del mundo de que el último decenio fue el más cálido. La NASA señaló que las temperaturas promedio de 2009 estuvieron una pequeña fracción de un grado por debajo de las de 2005, el año más cálido de que se tenga registro.

Esa situación hace que 2009 integre un grupo de años (1998, 2002, 2003, 2006 y 2007), considerados los más cálidos después de 2005.

"Siempre interesa conocer las temperaturas anuales y la posición que ocupa un año determinado en la clasificación, pero eso distrae de lo importante", señaló James Hansen, director del GISS, en un comunicado divulgado por la NASA.

"Hay una variabilidad sustancial de un año a otro en las temperaturas globales, causadas por el ciclo" de El Niño y La Niña, apuntó.

"Cuando hacemos un promedio de las temperaturas registradas en cinco o 10 años para minimizar la variabilidad, encontramos que se mantiene la tendencia al recalentamiento global", añadió Hansen.

Hubo una tendencia al aumento de las temperaturas promedio mundiales en las últimas tres décadas de unos 0,2 grados en cada una. En total, el incremento fue de unos 0,8 grados desde 1880, según cifras del GISS.

Esos datos coinciden con los de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), de Naciones Unidas, según la cual los últimos 10 años fueron los más cálidos desde que comenzaron los registros en 1850.

La información fue divulgada COP-15, realizada en diciembre en la capital danesa.

El periodo 2000-2009 "puede llegar a ser el más cálido, más que la década de los 90, de los 80 y así sucesivamente", señaló Michel Jarraud, secretario general de la OMM, durante una conferencia el 8 de diciembre en la COP 15.

Hay múltiples pruebas del recalentamiento global, además del aumento de las temperaturas promedio, como la decoloración de los arrecifes de coral, pasando por el derretimiento de los glaciares en varias regiones del mundo, hasta la acidificación de los océanos y la continua elevación del nivel del mar.

El frío invierno boreal continuará hasta marzo, según el servicio de meteorología alemán.

"El aire frío esta vez es tenaz", dijo a IPS el meteorólogo Dominik Jung. "Hay una masa espesa de aire frío que permanece estable en el norte Europa, y que continuamente es empujada hacia el sur", explicó.

"El frío se mantendrá durante las próximas semanas", confirmó.

(FIN/2010)

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